La nueva combinación alemana

Hace 30 años cayó el muro de Berlín. ¿Qué tan bien ha crecido lo que pertenece junto? Wolfgang Thierse habla sobre los descuidos iniciales, el ascenso de la extrema derecha y por qué Alemania del Este no existe.

Entrevista: Peter Riesbeck
Portada: Lorena Gonzáles
Traducción: Sebastian Romo

Una entrevista a Wolfgang Thierse, presidente del Bundestag (Parlamento Alemán) de 1998 a 2005. La entrevista de Peter Riesbeck se publicó originalmente en el periódico alemán Rheinpfalz el 3 de noviembre de 2019.

Peter Riesbeck: Señor Thierse, Alemania celebra el próximo sábado 30 años de la caída del muro. ¿Cómo vivió la noche del 9 de noviembre de 1989?

Wolfgang Thierse: Estaba en casa y vi un reportaje sobre aquella desastrosa conferencia de prensa. Al principio no lo podía creer. La razón era muy sencilla, nos habíamos acostumbrado a no creer nada de los que comunicaba el Partido Socialista Unificado de Alemania (SED por sus siglas en Alemán). En el transcurso de la noche vimos imágenes de la frontera abierta en la calle Bornholmer. Pero nuestros pequeños dormían y pensamos: si todo esto es cierto, queremos vivir este acontecimiento como familia.

Riesbeck: ¿Cuándo cruzó la frontera hacia Berlín Oeste (Occidental)?

Thierse: En la noche posterior tampoco tuve tiempo, tenía que ir a una junta en el Foro Nuevo en la Iglesia de „Gethsemane“. Así que me atrasé un día más. Pero fue una experiencia gratificante ser recibidos y abrazados por extraños con champán en Berlín Oeste. Había un ambiente único en la ciudad.

Riesbeck: ¿Cuál fue su mayor esperanza en aquel entonces, después de la caída del muro?

Thierse: No me quiero mentir a mi mismo. En el transcurso de noviembre de 1989 no tenía idea de que tan rápido llegaría la Unidad Alemana. Esperaba con interés cómo cambiaría eso en la República Democrática de Alemania (RDA). Por eso estaba en el Foro Nuevo. Por eso me inscribí en el recién formado partido de la RDA, para poder formar la RDA abiertamente. A más tardar en marzo de 1990 en las elecciones de la Cámara Popular quedó claro que sería una unificación rápida. Por eso había que representar los intereses de los alemanes del este tan razonable y enérgicamente durante el proceso de unidad.

1989: Una gran multitud de gente se junta alrededor y sobre el Muro de Berlín frente a la Puerta de Brandenburgo. Alemanes del Este y Oeste celebran el comienzo de lo que sería un largo proceso de reunificación. Caída del Muro de Berlín 1989. Foto: Berliner Senat, CC BY-SA 3.0
Berlín 9 de Noviembre de 1989 – Fotografía tomada poco después de la caída del Muro de Berlín. Foto: Raphaël Thiémard
Foto: RIA Novosti archive, CC-BY-SA 3.0
Foto: Lee Corkran - DoD photo, USA

Una gran multitud de gente se junta alrededor y sobre del Muro de Berlín en la parte posterior de la Puerta de Brandenburgo. Foto [1]: Foto: Berliner Senat, CC BY-SA 3.0, [2] Foto: Raphaël Thiémard, CC-BY-SA-2.0, [3] RIA Novosti archive, CC-BY-SA 3.0, [4] Lee Corkran – DoD photo, USA.

No teníamos el tiempo para discutir sobre una constitución.”

Riesbeck: Después de 30 años, ¿cuál es su mayor decepción en vista de la reunificación alemana?

Thierse: Ahora reina la peculiar e ilusoria crítica, de decir en retrospectiva, que se pudo haber hecho mucho más. En 1990 no tuvimos la oportunidad de concebir una reunificación alemana paso a paso en un lapso de dos a cuatro años como lo queríamos los socialdemócratas. Los factores que aceleraban el proceso eran abrumadores. Primero: la impaciencia de los ciudadanos de la RDA se podía resumir en un enunciado: „Si el marco (moneda) alemán no viene a nosotros, entonces vamos a él“. Segundo: el colapso  acelerado de la economía de la RDA. Tercero: La incertidumbre de la política exterior de Mijaíl Gorbachov​ en la Unión Soviética. No teníamos el tiempo para discutir sobre una constitución.

Riesbeck: Usted expresó su digusto muy temprano. ¿Qué lo irritó en aquel entonces?

Thierse: Expliqué lo que me enojó en el Bundestag (Parlamento) en 1991: los del oeste simplemente no entendieron, que la suerte inaudita de la reunificación alemana nos dio la oportunidad y la obligación de reformar el país en conjunto. Lo que es innegable: no fue una reunificación de dos iguales. Ahí se juntaron un sistema exitoso y uno que había fracasado. Bajo aquellas circunstancias está claro hacia dónde se inclina la balanza. Hacer algún tipo de pronunciamiento sobre las culpabilidades – sobre todo morales – sería insensato. Pero esa defensa natural contra cualquier tipo de cambio en el oeste fue lo que me enojó enormemente.

Riesbeck: El proceso de reunificación tuvo un desequilibrio considerable. Eso incluye la superioridad moral, con la que se presentaron los alemanes del oeste…

Thierse: En el debate de los 90’s, las biografías de la RDA se redujeron a historias de cobardía y traición bajo el paradigma dominante del Ministerio para la Seguridad del Estado (en alemán: Stasi). En aquel entonces siempre me pronuncié al respecto: por favor distingan entre un juicio sobre el sistema, ese juicio debe de ser duro, porque ese sistema fracasó. Por otro lado hagan sus juicios sobre las biografías de las personas, pero entonces con suma diferenciación.

Riesbeck: En el este…

Thierse: Tal vez deberíamos – no para esta plática – aclarar fundamentalmente: el este no existe. El este es un conjunto de parches de regiones exitosas y estructuras débiles. En estos 30 años emigraron cuatro millones de personas del este al oeste. Es terriblemente doloroso para todos los que se quedaron atrás. Pero el otro lado de la realidad es: en el mismo lapso de tiempo se mudaron 2.5 millones de personas del oeste al este. Ahí está surgiendo una nueva combinación alemana que observo con esperanza. Claro que corresponde más a las ciudades con universidades y menos al llano.

Hubo muy poco de lo que también exigía en aquel entonces: que los alemanes del este y oeste se contaran sus historias de vida.”

Riesbeck: El camino a la unidad alemana-alemana estuvo marcado por preguntas económicas y políticas. ¿Qué faltó idealmente en aquel entonces?

Thierse: Hubo muy poco de lo que también exigía en aquel entonces: que los alemanes del este y oeste se contaran sus historias de vida. Entonces se hubiera aclarado, que no todos en el oeste muestran historias de éxito y ni los del este derrotas e historias de villanos. Eso tiene que pasar con mucha más frecuencia. El siguiente proceso de unidad ahora tiene que ser mucho más un proceso cultural y comunicativo.

Riesbeck: Los errores de la unidad se reflejan en los resultados electorales hoy en día. ¿Cuál es su análisis de los éxitos de los populistas de derecha de la Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en Alemán) ?

Thierse: Vivimos una ambivalencia curiosa. Aquellos enfadados en Alemania del Este y que votan por la AfD, no son únicamente los desempleados. Es una mezcla de tres grupos diferentes. Primero: En Alemania del Este así como en otros países siempre ha habido un porcentaje de pensadores autoritarios, creyentes del estado y personas hostiles hacia minorías. El segundo grupo son aquellos que realmente viven en las regiones con estructuras débiles de Alemania del Este, desde donde frecuentemente emigra la gente joven. Los que se quedaron atrás frecuentemente cargan su enojo y decepción a la AfD.

Riesbeck: Y ¿el tercer grupo?

Thierse: Es posiblemente la parte más interesante: según mi convicción la causa de votar por la AfD no son únicamente económicas y sociales, sino que culturales: en cara a los cambios dramáticos de la actualidad – globalización, movimientos de refugiados, transformación digital, amenazas ecológicas, el desorden mundial en general. Esos cambios dramáticos convergen en Alemania del Este sobre un doloroso y recientemente superado proceso de transformación de una dictadura a una sociedad abierta. La inseguridad por esta dinámica de cambio es asombrosamente mayor en Alemania del Este y con ello también la capacidad de seducir a las personas. La nostalgia por respuestas sencillas, la nostalgia por un estado fuerte – es exactamente lo que maneja la AfD.

Newsletter

¿Te gusta lo que lees? Suscríbete al newsletter y recibe lo mejor de nuestro contenido una vez al mes

Riesbeck: ¿En qué sentido puede construir la AfD sobre un entendimiento específico del estado y la sociedad de la RDA?

Thierse: Ahí juega también un carácter autoritario. Esperar todo de la gente de arriba, eso se basa en una larga herencia de 40 años de la dictadura del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED) y otras capas de caracteres más antiguas. Ese estado de ánimo fue utilizado por Helmut Kohl en 1989/1990. Él le dio a la unidad alemana un carácter patriarcal con promesas de paisajes floridos. La mayoría de los alemanes del este querían creer en esa promesa. La mayoría de las personas querían escapar su inseguridad bajo el techo salvador del Bundesrepublik (República Federal). Pero mientras más se creía en las promesas, más seguían las decepciones – con diferentes aplazamientos.

Riesbeck: ¿Modifica la perspectiva de lo logrado?

Thierse: Lo que lamento y percibo con gran renuencia es la incapacidad y la renuencia a una precepción propia en una gran parte de los alemanes del este. Concretamente la percepción de lo que hemos logrado en 30 años, sobrellevar una tremenda transformación – todo esto bajo dolor y víctimas.

Riesbeck: ¿Qué quiere decir con eso?

Thierse: No todo fue exitoso, pero en general se logró mucho. Es hora de que aprendamos a soltar nuestro tenaz complejo de inferioridad hacia el oeste. El oeste siempre fue la parte más exitosa. Constantemente vemos hacia Alemania del Oeste y constatamos que seguimos atrás. A veces deseo que miremos a nuestros vecinos del este y constatemos que también hemos logrado bastante. Para relativizar la norma con la que se mide.

Riesbeck: ¿Cuándo estará completa la Unidad?

Thierse: Para mí hay dos criterios: Cuando las diferencias económico-sociales entre el este y el oeste sean más o menos igual de grandes como entre los estados de Schleswig-Holstein (Norte) y Baden-Wurtemberg (Sur). Siempre ha habido diferencias estructurales en Alemania. El segundo criterio sería, si la productividad de vida después de 1990 contara más que la parte biográfica de antes de 1990. Dos criterios sencillos que desde mi punto de vista son realizables en un lapso no tan largo. Por supuesto que con ello los descontentos y diferencias no estarán superados.

W. Thierse – Vida en el este y oeste

Político

Wolfgang Thierse (76) fue apartidista hasta la Revolución Pacífica (1989-1990) y en 1989 llegó al Foro Nuevo, un movimiento ciudadano que surgió durante el último año de la RDA. En 1990 se incorporó al Partido Socialdemócrata (SPD) de la RDA y en el mismo año se convirtió en el presidente del partido y jefe del partido en la Cámara Popular. Thierse representó a la SPD en el Bundestag (Parlamento) durante 23 años. De 1998 al 2005 fue presidente del Bundestag. Thierse es miembro activo del Comité Central de Católicos Alemanes y se pronuncia en contra de la derecha de extrema.

Artículos relacionados

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

+Artículos

Grupos de Alimentos – Explicado en Corto

Los alimentos hacen mucho más que simplemente darnos energía, cada alimento funciona como medio de transporte para diferentes sustancias que el cuerpo necesita para sus funciones.