En tiempos de Covid-19, gobiernos y empresas privadas consideran el uso de tecnologías ligadas a dispositivos móviles para tener un mejor control sobre la pandemia. Google y Apple implementarán funciones relacionadas en las actualizaciones de su sistemas operativos a mediados de mayo. Para tener una base consistente sobre qué es la privacidad y por qué debería de importarnos este tema, platicamos con Marek Tuszynski, director creativo y co-fundador de Tactical Tech, organización asentada en Berlín que investiga el impacto de las tecnologías digitales en la sociedad.
Portada: Santiago Rubio
Entrevista: Sebastian Romo
¿Por qué debería de preocuparme por la privacidad?
Marek Tuszyinski: En primer lugar, la privacidad no es nada nuevo o inusual en términos de comportamiento humano. Desde pequeños negociamos nuestra privacidad, así que los jóvenes que viven con sus padres entienden su privacidad de manera diferente a un adulto que tiene todo el poder de controlar su entorno, en el que puede decidir cuando es privado. Así que eso no es nuevo y todos vivimos con esta constante negociación de lo que se quiere mantener privado y lo que permitimos que sea público; sobre nosotros, sobre nuestras familias, sobre los grupos en los que trabajamos y así sucesivamente.
¿Cómo ha cambiado la privacidad en las últimas décadas?
Tuszyinski: No es sólo la tecnología que decidimos usar – con las computadoras antiguas tenías que encenderlas, conectarte a una red y hacer acciones para entrar a algún sitio y entonces te conectabas al mundo exterior, que tenía esta ventana hacia tu espacio: el físico o el virtual y que consideras más o menos privado. Hoy en día llevamos dispositivos como teléfonos móviles que funcionan con baterías y están constantemente conectados, están llenos de diferentes tipos de sensores, cámaras, micrófonos, sensores de movimiento, giroscopios. Todas estos instrumentos tienen la capacidad de recabar información y datos.
¿En nuestro día a día cómo lo notamos?
Tuszyinski: El entorno del que hablamos y el aspecto tecnológico cambió de manera dramática. Las metáforas y analogías que utilizamos no son necesariamente aplicables a lo que ha sucedido con la era digital, que cada vez cuantifica más el entorno que habitamos. No solo compramos estos dispositivos sino que además nos suscribimos a diferentes servicios, permitimos que diferentes entidades, instituciones y organizaciones utilicen la tecnología para mejorar el entorno en el que operan. Pueden ser fronteras, escuelas, instituciones públicas y privadas; todas usan diferentes formas de sistemas de vigilancia: cámaras, reconocimiento de movimiento, reconocimiento facial, todo este tipo de cosas se convierten en cosas normales y no las vemos porque son muy pequeñas, no intrusivas, casi invisibles y se mezclan con el mundo que percibimos.
Todos los servicios en línea juntan datos de todos modos, ¿qué diferencia hace?
Tuszyinski: Esto es parcialmente cierto. Es cierto en el sentido de que todo aquel que posee un dispositivo o está conectado se expondrá a alguna forma de tecnología que permite recoger datos. Cuando haces una llamada telefónica produces datos que van por un cable o wifi en forma de paquetes de voz de bits digitales transferido a algún lugar para que otras personas puedan oírme. Cuando estoy escribiendo un correo electrónico, ahí es donde decido crear ese conjunto de datos y enviarlo a alguien más, y por supuesto alguien estará en el camino observando esos datos, estos son datos que declaramos. Tu ingresas conscientemente al sistema… pero hay una gran cantidad de datos que producimos y que no estamos necesariamente involucrados en su producción – los metadatos que están ayudando a que toda nuestra comunicación e información sea transferida a los lugares correctos. Así que incluso si intentas ofuscar y encriptar los datos, el sistema tiene que saber: quién lo está enviando, quién lo está recibiendo, cuándo fue enviado, desde qué tipo de máquina viene, etc.
Datos inferentes
Tuszyinski: Pero también hay otra capa de datos que no experimentamos nosotros mismos como usuarios y uno de ellos es el dato que se infiere, por lo que no es el dato que declararíamos, sino el dato que se basa en nuestro comportamiento y que se nos atribuye. Por ejemplo: si estoy escuchando cierto tipo de música en línea podría ser tal tipo de personalidad. Y esta atribución de datos inferidos no es visible para nosotros como consumidores (Nota editor: de esta manera funcionan los algoritmos de Spotify para recomendar canciones o de Amazon para recomendar productos similares).
Y también tienes otro tipo de datos que son más observables, porque este sistema nos está facilitando mucho la participación a través de la tecnología: cuando usas un teléfono móvil o te conectas a internet estás casi inmediatamente empoderado. Si estás buscando un lugar, abres (Google) Maps y no sólo encuentras a dónde vas, sino que los mapas te dicen dónde estás. Cuando buscas una traducción puedes hacer lo mismo y así sucesivamente… Desde nuestro punto de vista como usuarios, la tecnología parece extremadamente positiva y una experiencia fácil y poderosa.
Héroes de la tecnología – ¡El futuro es gratuito!
Tuszyinski: Vemos a las empresas que ofrecen estas tecnologías como un negocio muy positivo, creativo, innovador y progresista que nos permite hacer cosas que serían inimaginables sin ellas, y ese es el tipo de imagen que intentan sostener sobre sí mismos. Se presentan como jóvenes creativos, experimentales, rompen las reglas. Y eso crea un ambiente en el que empiezas a pensar en las consecuencias de eso. Cuando piensas que toda esta rapidez, toda esta calidad de los servicios que recibes, los obtienes gratis. Lo interesante es que por supuesto, estas compañías no podrían hacer eso si no estuvieran haciendo algún negocio, y si no hacen el negocio basado en venderte los servicios que ofrecen, entonces tienen que hacer miles de millones de dólares de alguna otra forma. Muchas de las empresas que mencionas (Alphabet, Amazon, Apple) son las compañías más ricas del mundo, más ricas de lo que solían ser las compañías petroleras. Así que el modelo de negocios allí es que están monetizando datos personales y otro tipo de datos que adquieren a través de la forma en que usamos la tecnología.
¿Pero si las compañías recaban datos, por qué es algo malo para mí?
Tuszyinski: Muchos de esos datos son datos personales, así que están mirando nuestros comportamientos, nuestras preferencias, nuestras redes, quiénes somos en estas redes, cuáles son nuestras visiones del mundo y luego no venden esos datos necesariamente, cómo fue el caso de Facebook. Venden el acceso a perfiles específicos para la demanda que se crea de información. Esto puede ser para publicidad y entonces la gente piensa: No me importa la publicidad porque no la miro, no compro estas cosas de todos modos…pero es una forma muy simple de entender lo que es la publicidad.
¿Hay un perfil para cada usuario?
Tuszyinski: Es un entorno mucho más complicado que el análogo. En el digital tu identidad no sólo está hecha de tu cara, biometría, huellas dactilares u otras cosas como tu dirección, tu sexo, edad o quiénes son tus padres, que son los datos que normalmente constituyen la identidad de un individuo. Las identidades digitales también se construyen a partir de otras cosas que son estables como el número único del dispositivo que estás usando, el teléfono móvil u ordenador, tu dirección de IP. También se trata de qué tipo de ordenador estás usando, qué tipo de navegador, qué tipo de plugins y así tienes mucha más información de matices sobre un individuo que usa dispositivos digitales que la que tendrías si te enfrentaras a una persona cara a cara.
Y también se puede correlacionar esta información muy fácilmente porque no lo hace la gente, lo hacen los algoritmos y las computadoras para quienes comparar datos es para lo que están hechas. Así que encontrar los mismos patrones y conjuntos de información para luego correlacionarlos y crear una identidad virtual de un individuo es algo que es parte del sistema, cómo la información, así funciona el internet.
¿Cómo aplica esto todo esto si estoy en México, Colombia, Venezuela o Argentina?
Tuszyinski: Tienes que pensar en los datos como un activo muy específico, que no es como un activo digital: si pongo mis cosas en otro país, están en el otro país. Los datos son algo muy fácil de replicar, muy fácil de transferir, multiplicar y de almacenar durante largos períodos de tiempo. Independientemente de las regulaciones puede ser intercambiado por diferentes entidades para propósitos diferentes (políticos, sociales, económicos, culturales). Y también pueden ser interpretados de muchas maneras como lo discutimos antes. Así que…
… la nube no es una cosa esponjosa en el cielo, la nube es un ordenador de otra persona en otro lugar.
Y esa persona tiene todo el poder de hacer lo que quiera con ese ordenador. Una gran empresa puede ser agradable hoy pero puede que no sea agradable mañana. Puede ser segura hoy y puede no ser segura mañana, eso depende del entorno político que la rodea pero también de la realidad y la política interna de las empresas. Como sabemos, muchas empresas de hace diez o 15 años hoy en día ya no existen o fueron compradas por otros. Lo mismo ocurre con los datos, no sólo han sido transferidos sino que se puede ver que muchos de estos conjuntos de datos se están filtrando. Lo que vemos como usuarios es sólo la punta del iceberg, hay transferencias serias de datos incluso filtrados o hackeados. Aún así, analizando el panorama económico actual, los datos parecen ser el producto más valioso que existe.
Agradecemos mucho la entrevista a Marek Tuszynski. En la parte final de esta serie, les compartiremos pasos concretos que pueden aplicar para mejorar su privacidad en línea y tener más control sobre sus datos. Ya sea desde tu móvil o en casa, hay muchas alternativas altamente competitivas – quédate al tanto para navegar seguro en esta era digital.
