¿Qué es una vacuna? – Explicado en corto

Un antígeno es como la fotografía del patógeno que permite que las células del sistema inmune ataquen tanto al patógeno como a las células infectadas (en el caso de virus y algunas bacterias) y así controlen la infección.

Cuando nos infectamos por primera vez con un patógeno, nuestro sistema inmune se enfrenta a algo desconocido y necesita tiempo para aprender a combatir la infección.


El periodo que le toma a nuestro sistema inmune aprender a limitar la propagación de un agente infeccioso es el tiempo en el que presentamos enfermedad. En la etapa más temprana de cualquier enfermedad infecciosa, presentamos síntomas generales como fiebre, inflamación y dolor de cabeza.

Estos síntomas inespecíficos alertan a las células del sistema inmune de la existencia de un intruso en el sistema, a la vez que intentan neutralizar a ese agente desconocido. Cuando las células del sistema inmune procesan y exponen en su superficie antígenos (pequeños fragmentos de proteínas derivados del agente infeccioso), el intruso adquiere una identidad.

Estas son las vacunas contra COVID-19: ¿cómo funcionan y cuál es su eficacia?

Un antígeno es como la fotografía del patógeno que permite que las células del sistema inmune ataquen tanto al patógeno como a las células infectadas (en el caso de virus y algunas bacterias) y así controlen la infección.

Una vez neutralizada la infección, la fotografía del patógeno se guarda en los archivos del sistema inmune, que ahora sabe cómo atacarlo la próxima vez que lo encuentre. A este fenómeno se le conoce como memoria inmunológica y es el principio teórico sobre el cual se desarrollan las vacunas. Una vacuna es un agente biológico (microorganismos, proteínas, material genético, etc.) que desencadena una respuesta inmune dirigida específicamente a un agente patógeno sin causar la enfermedad característica de la infección y que tiene como objetivo desarrollar memoria inmunológica para protegernos de futuras exposiciones.

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