Pronto se podrá detectar una gran población de enanas marrones nunca antes vista dentro de nuestra galaxia. Para esto, científicos involucrados en el proyecto utlizarán el Observatorio Vera C. Rubin, ubicado en el Cerro Pachón en Chile, para observar partes específicas del universo. Un telescopio les ayudará a sondear distancias lejanas, en vastas regiones del espacio, en donde se podrán detectar estos objetos de luminosidad tenue.
Las enanas marrones son objetos sub-estelares, ya que no cuentan con material suficiente para producir los procesos termonucleares necesarios en su interior para poder convertirse en una estrella.
La información recopilada de estas observaciones será útil para estudiar y analizar tanto la formación como la evolución de la Vía Láctea. Las propiedades de las enanas marrones permiten rastrear las galaxias originales de donde pudieron haber provenido estas estrellas que se fusionaron con la Vía Láctea. Así, será posible evidenciar cambios en cómo se formaron las estrellas de nuestra galaxia a lo largo de miles de millones de años desde el comienzo del universo. El proyecto es un esfuerzo conjunto entre la Fundación Nacional de Ciencia (NSF por sus siglas en inglés) y el Departamento de Energía de los Estados Unidos.